Santiago Ruiz
fue reconocido universalmente como el Padre del Albariño.
En su familia ya se elaboraba vino desde finales del s.XIX y él continuó con la tradición. No fue hasta que se jubiló cuando se dedicó por completo a su pasión por el vino. Elaborador y divulgador, Santiago Ruiz es respetado tanto por su trayectoria como por su compromiso con la tierra.
Pionero
Firme defensor en el uso de las variedades autóctonas de O Rosal, Santiago Ruiz pudo por fin dedicarse a su verdadera vocación cumplidos los 70, tras su jubilación como vendedor de maquinaria y seguros navales. Apasionado del trabajo en bodega, su innata curiosidad le llevó a centrarse en mejorar el proceso de elaboración del vino blanco gallego, e incorporó novedosas aportaciones - el uso del frío y de depósitos de acero inoxidable - en una búsqueda constante por ennoblecer los vinos de su tierra.
El trabajo
En 1984, Santiago Ruiz materializa su pasión y funda su bodega, donde elabora un vino blanco que será uno de los primeros en incorporar etiqueta. Convencido de la bondad de su vino, se convirtió en el primer embajador de Rías Baixas, que dio a conocer por todos los rincones. Pronto, a Santiago Ruiz se le reconoció como uno de los pioneros en la renovación del viñedo en Galicia y, como homenaje a su esfuerzo, el nombre de Santiago Ruiz lo lleva con orgullo su propia calle, la bodega que fundó y el vino que mantiene vivo su carácter.
Vinos que hacen historia
1860
Los vinos del abuelo de Santiago Ruiz estaban “recomendados por los médicos para enfermos y convalecientes”. Es en estos años cuando se funda la primera bodega en San Miguel de Tabagón.
1965
Un mapa que señala el lugar donde Isabel, la primogénita de Santiago Ruiz celebró su boda, y que pasó a ser la etiqueta del vino Santiago Ruiz, una imagen cargada de simbolismo e historia familiar.
1981
Santiago Ruiz, por fin retirado de sus obligaciones laborales, se dedica a su verdadera pasión: el vino. En 1981, emite su primera factura, a particulares y conocidos restaurantes, en la que se puede apreciar ya su característico mapa (que luego usará en como etiqueta). Un vino embotellado, que entonces se denominaba “El Rosal”, marca el inicio de la profesionalización de la D.O. Rías Baixas.
1984
Se inaugura la bodega que hoy conocemos en su emplazamiento actual. Situada en la Rúa Do Vinicultor Santiago Ruiz, cuyo nombre representa el homenaje de los lugareños a su labor divulgativa, hoy es también un pequeño museo donde su hija Rosa nos traslada generosamente su historia familiar.
2007
Inauguración de la nueva bodega en Tomiño, al pie de nuestro viñedo, a tan solo 12 kilómetros de la antigua, para trabajar en mejorar la calidad del vino, mediante la más avanzada tecnología, que nos permite seguir investigando e innovando.
2015
Rosa Ruiz continúa el legado. Presenta el vino que lleva su nombre. Un Albariño 100% de cepas viejas con el que rinde homenaje a las tardes de verano de su niñez, en la bodega antigua, con su padre.
VIDAS CRUZADAS
Historia del Albariño
Mucho antes de que existiera la Denominación de Origen Rías Baixas ya era costumbre en la comarca gallega de O Rosal elaborar vino para consumo doméstico. Esta tradición existía en la casa de Santiago Ruiz, cuyo abuelo materno, Ángel, lo preparaba para casa y como obsequio, siempre con su propia etiqueta.
Cuando Santiago Ruiz llegó a la edad de 70 años, ya jubilado, se volcó personalmente en la tarea de hacer del vino de O Rosal un referente de calidad, con una vinificación cuidadosa, empleando las técnicas más innovadoras (como los depósitos de acero inoxidable) y exigiéndose la excelencia.
Este amor por la zona y por sus vinos le granjeó, además de éxito en su empeño, la gratitud de sus paisanos, que incluso decidieron poner su nombre a una calle. De esta forma y recorriendo España con sus botellas bajo el brazo, Santiago Ruiz se convirtió en “el padre del Albariño” y en el mejor embajador de Rías Baixas.
EL PRESENTE
Hoy la familia continúa con su legado y con su vínculo con los vinos blancos de O Rosal. Como reconocimiento a su labor viticultora Rosa Ruiz, la hija menor de Santiago, cede orgullosa su nombre para bautizar el primer vino diferente desde los orígenes de la bodega, un Albariño 100% de cepas viejas plantadas por sus antepasados al pie de la bodega antigua.
BLANCO DE O ROSAL
Situado junto a la desembocadura del Miño, en O Rosal se producen vinos únicos en los que predomina el Albariño, perfectamente rodeado por otras variedades autóctonas como Loureira, Treixadura y Caíño Blanco.
“El hombre que inventó el Albariño se llamaba Santiago Ruiz.”
Revista Mi Vino