Nuestra simbólica etiqueta tiene una gran historia que contar. En 1965, Santiago Ruiz buscaba una etiqueta para su vino cuando, casualidades de la vida, su hija mayor Isabel se encontraba ultimando los preparativos para su boda en la casa familiar de San Miguel de Tabagón. Con el fin de los invitados pudiesen llegar a tan recóndito lugar, la novia dibujó un mapa en una servilleta para ubicar el lugar de celebración desde Vigo, ya fuese por la costa o por el interior.
Y es así como nació esta imagen, que sigue presente 50 años después. Una etiqueta en la que está señalado el kilómetro 49 de la carretera de Vigo a A Guarda, el punto exacto donde está localizada nuestra antigua bodega.
De Vigo a O Rosal por la costa
Según nuestra etiqueta, esta es la ruta que los invitados tuvieron que seguir para llegar a la casa familiar de O Rosal. Un recorrido por las Rías Baixas, en la provincia de Pontevedra, que discurre por la carretera que une Vigo con A Guardia.
Partimos de Vigo , la ciudad más grande de Galicia, en el corazón de Rías Baixas. Una localidad en la que es imprescindible dar un paseo por la playa de Samil, con su arena blanca y fina. Desde ella puedes contemplar las Islas Cíes —una de las visitas obligadas en tu estancia en Vigo— y la famosa playa de Rodas, elegida como la mejor playa del mundo por The Guardian. Aprovecha tu estancia para perderte por las calles de su casco vello y sus bellos rincones, en los que destaca la Colegiata, como se conoce a la concatedral de Vigo, la iglesia de Santa María.
Los orígenes celtas de la actual Vigo los puedes visitar en el monte de O Castro, una fortaleza situada en un promontorio de la ciudad desde donde se puede disfrutar de las maravillosas vistas de la ría de Vigo y el puerto. Y si lo que te apetece es un buen paseo a orillas del mar, acércate desde el casco vello de Vigo hasta Bouzas, un barrio vigués que mantiene el encanto de los antiguos pueblos pesqueros.
Tras salir de Vigo, seguimos nuestro recorrido por la costa hasta la villa de Baiona y su castillo de Monterreal, actual parador nacional, una fortaleza del siglo XII que se terminó de construir en el siglo XVI. Esta localidad es famosa por ser la primera en tener conocimiento del descubrimiento de América, cuando el 1 de marzo de 1493 Martín Alonso Pinzón llegó de su viaje del nuevo mundo. Como homenaje, en la actualidad se puede visitar en el puerto una réplica de la embarcación.
La siguiente parada antes de llegar a O Rosal es A Guardia, separada de Portugal por el río Miño. Desde el monte Santa Trega puedes contemplar las maravillosas vistas de la desembocadura del Miño y del puerto. En este promontorio se puede visitar el castro de Santa Trega, los restos de un poblado galaico-romano y uno de los ejemplos de la cultura castreña más importante de la península.
Y tras salir de A Guardia, llegamos a nuestro destino, el kilómetro 49, a la bodega histórica de Santiago Ruiz.