Desde 1999, Luisa Freire destina su día a día a ser la enóloga de Santiago Ruiz. Una tarea ya conocida desde su niñez, ya que en su familia elaborar vino para consumo propio ha sido costumbre desde siempre. Por eso, su vocación por la enología es una consecuencia casi natural.
Una vocación que Luisa ha puesto al servicio de esta bodega durante los últimos veinte años. Dos décadas de entrega en las que, junto a Rosa Ruiz —hija del fundador, compañera de fatigas, amiga y alma de la bodega—, ha conseguido preservar el legado de Santiago Ruiz.
Como buena alquimista, gracias a su formación en Biología y su amplia experiencia en enología, Luisa sabe ensamblar en su proporción justa los ingredientes que componen un vino para conseguir que transmitan su origen y su personalidad.
Un trabajo que comienza en el viñedo, situado a orillas del río Miño, donde Luisa observa pacientemente la evolución de las uvas hasta que alcanzan su punto óptimo de maduración. Cada añada, busca preservar la filosofía de Santiago Ruiz y, para ello, escucha a la viña y respeta sus tiempos.
Un resultado que se percibe en los dos vinos de la bodega: Santiago Ruiz, en el que se distinguen las cinco variedades de uvas gallegas escogidas por el fundador para expresar su ideal del vino de Rías Baixas, y Rosa Ruiz, un Albariño 100 % procedente de cepas emparradas al estilo tradicional en la antigua bodega en San Miguel de Tabagón, fruto de la investigación continua de Luisa sobre el comportamiento de las variedades autóctonas.
Es en su laboratorio, epicentro de su labor como alquimista, donde Luisa custodia con gran mimo sus microdepósitos, a los que cariñosamente llama sus niños. Entre ellos, Luisa explota su faceta más científica y pone en práctica los distintos proyectos de innovación en los que participa con el fin de profundizar en el conocimiento del comportamiento de las variedades autóctonas.
Experta en la elaboración de vinos blancos, su nuevo reto se encuentra a cientos de kilómetros de su Galicia natal: dejar su impronta en AURA, la nueva bodega de LAN en Rueda. Una etapa que afronta con gran ilusión y que refrenda, una vez más, que la enología es su gran pasión.